martes, 12 de junio de 2012

Estafa dos mil euros disfrazado de parquímetro...que no me queda papel hijo de puta

Estafa dos mil euros disfrazado de parquímetroLas autoridades detuvieron ayer en Santander a Justo Nuño 'El Mortadelo', un conocido estafador que llevaba meses actuando en la calle disfrazado de parquímetro. El sujeto tenía experiencia en este tipo de acciones porque había hecho de estatua humana en el centro de Madrid. Ayer, un conductor puso fin al engaño al darle una patada al falso parquímetro: 'Metí las monedas y no salió el tíquet. Pulsé todos los botones y no pasaba nada. Empecé entonces a zarandear el parquímetro hasta que al final me gritó '¡Que no me queda papel, hijo de puta!'. Aquello me sacó de quicio y me lié a patadas con el aparato, hasta que vi que era un señor', explica el testigo. Nuño sufrió una rotura de tobillo y en estos momentos se encuentra hospitalizado. Ha confesado que con su artimaña ganó unos dos mil euros pero que no le compensó, puesto que tuvo que aguantar 'meadas de perros y hasta el monólogo de un borracho que me dio un abrazo y dijo que era su mejor amigo'.
No es la primera vez que Justo Nuño 'El Mortadelo' se disfraza para confundir a la gente. En 1987, recurriendo a una herencia de su padre, abrió una frutería con el objetivo de hacerse pasar por frutero y engañar a sus clientes, que le compraban fruta sin saber que él, en realidad, no era frutero sino un estafador que se hacía pasar por frutero. 'La verdad es que la gente estaba encantada con Justo porque vendía fruta muy buena. Se empeñaba tanto en pasar desapercibido que no quería que nadie tuviera la más mínima queja. Fue un negocio próspero pero un día, harto de engaños, el estafador confesó que él no era frutero. Pidió perdón y cerró el negocio, pero pronto volvió a las andadas', explica un agente de la Policía.
Tras cerrar la frutería, el delincuente dedicó cinco años de su vida a estudiar Ingeniería de Telecomunicación. Logró licenciarse y se infiltró en una empresa de cableado, donde percibía un sueldo mensual de unos tres mil euros. 'Fue su mayor golpe pero, de nuevo, temió que se descubriera el engaño y cambió de ciudad y de falsa profesión', prosigue el agente. Disfrazándose de parquímetro, 'El Mortadelo' intentaba enriquecerse poco a poco sin tener que exponerse a la mirada de un jefe o de un cliente. 'En sus anteriores falsas profesiones, el estafador sufría continuamente porque pensaba que en cualquier momento se descubriría el pastel. Con ese disfraz de parquímetro se sentía más protegido porque ningún gesto, ninguna mueca, podía delatarlo'.

"LA ALCALDESA MAS REDICHA Y VIVARACHA DE TODO MADRI"

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jueves, 7 de junio de 2012

mi casa es un ORATORIO ¿verdad o cachondeo?

Casi veinte mil familias españolas en apuros económicos, muchas de ellas con escasa convicción católica o
incluso ateas, han encontrado un resquicio legal para no pagar el impuesto de contribución de bienes inmuebles, el temido IBI, cuyo importe podría suponerles un coste medio de 500 euros anuales por vivienda.

Para acogerse a la ley de Mecenazgo de 2002, que dispensa del pago de ese impuesto a todos aquellos lugares de culto católico, tales como Iglesias, conventos, santuarios, capillas, oficinas parroquiales, etc, muchos ciudadanos han convertido su salón comedor en una modesta capilla y han acrecentado su fervor religioso hasta el punto de expresarse por medio de parábolas y frases bíblicas cuyo trasfondo, como es preceptivo, siempre suele ser sexual o tremendista. La Iglesia ya ha advertido que no reconocerá ninguna de esas instalaciones mientras no las administre un sacerdote debidamente ordenado por un cardenal, aunque la inspección de Hacienda ya ha declarado que las capillas de los pisos cumplen todos los requisitos para ser consideradas como tales, pues invitan al recogimiento, tranquilizan al ciudadano ante la creencia de un ser extraterrestre que les protege mediante telepatía y rayos, y disponen de imágenes de hombres semidesnudos recibiendo latigazos o atravesados por clavos.


Al parecer, muchas de estas capillas son tan confortables que algunos visitantes están empezando a dejar pequeñas propinas para ayudar a la familia. La Conferencia Episcopal Española, indignada, califica esas propinas como limosnas y, por lo tanto, las considera suyas, y exigirá ante el tribunal de Estrasburgo su cobro inmediato o, al menos, de la entrega del diezmo. Rouco Varela, amenazó, además con una gran lengua de fuego que entraría por la cocina del piso-capilla y arrasaría todo lo que encontrase a su paso, incluyendo mobiliario, inquilinos y mascotas, hasta llegar al salón comedor y desintegrar la capilla propiamente dicha. El Vaticano ha dicho que Benedicto XVI ve con cariño y comprensión la idea española pero también ha prometido otra lengua de fuego si insisten en no pagar el diezmo.